El shock es un estado clínico muy grave que se produce tras una gran agresión al cuerpo humano producto de una enfermedad o accidente. Las causas más frecuentes que pueden producirlo son grandes hemorragias, quemaduras u otro tipo de destrucción de tejidos. En cualquiera de los casos, se producirá una alteración importante en el sistema circulatorio.
¿Cómo reconocer un estado de shock? Reconociendo los siguientes síntomas:
Mientras la ayuda llega, se puede mantener a la persona echada, aflojar sus ropas para mejorar su circulación y logre respirar mejor, y abrigarla con mantas o ropas para evitar que pierda calor. Es muy importante saber que no se deberá administrar nada a la persona por vía oral, si la persona solicitara agua, debemos calmarla tan solo mojándole los labios con el pañuelo húmedo.